lunes, 30 de enero de 2012

Sindy

Qué puedo decir de la buena de Sindy... Era un gato esponjoso, amante de las bolsas de plástico. Si la cogías en brazos, gruñía, pero lo hacía con cariño, de eso no me cabe la menor duda. No le gustaban los ronquidos, y ya se lo hizo saber alguna vez a don Raúl. Tampoco le hacía mucha gracia el vaivén de los pies de Petro, pero cuando estabas triste o enfermo, siempre venía a hacerte compañía.

Adiós, vieja Sindy. Te echamos de menos :(


domingo, 15 de enero de 2012